Viernes 06 de Enero de 2017
A causa de una agenesia, Maximiliano Matto, de 24 años, no tiene las piernas ni el brazo derecho. Pero fue la natación lo que desde chico lo ayudó a superar las adversidades.
Explica que el amor por esta disciplina nació cuando, con cuatro meses, su mamá lo llevó por primera vez a un club en Merlo. "Lo vio como algo terapéutico, por la escoliosis congénita que tengo, pero también como una forma de inclusión. A medida que fui creciendo elegí esta disciplina porque me produce adrenalina y es mi vida".
Para este joven oriundo del oeste del conurbano bonaerense, la inclusión es "que no me miren y piensen: ‘Uh, pobre, tiene sólo un brazo’, sino que vean a un deportista de alto rendimiento y futuro periodista”.
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